miércoles, 23 de enero de 2013

"MI TRABAJO ES MI MINISTERIO"


Por Salvador Montoya/Escritor

Su padre era pastor, por eso se crió desde niño en la iglesia, aunque después como adolescente tuvo una etapa de rebeldía muy fuerte en malos pasos. Actualmente es miembro de la West Angels Church of God in Christ, que tiene casi 20 mil feligreses, desde hace 27 años en Los Ángeles, California. Él afirma con toda convicción: “Mi trabajo es mi ministerio”. Él es actor de películas admiradas y reconocidísimas en el mundo entero. Cuando tenía 20 años, recibió una profecía de parte de una dama cristiana de la iglesia que decía: “Muchacho, tú viajarás por todo el mundo y hablarás a millones de personas”. Años más tarde, antes de ganarse su Oscar como mejor actor, quiso dejar su profesión actoral lucrativa y exitosa para irse a predicar, y entonces consultó a su pastor: “¿Usted cree, pastor, que estoy llamado a ser predicador?”. Y el pastor perspicaz respondió: “Bueno, ¿no estás hablando a millones de personas con tus películas? ¿No has viajado por todo el mundo? ¡Tu trabajo es tu ministerio!”. El actor de quien hablo es Denzel Washington. 
(Ver http://www.gq.com/entertainment/celebrities/201210/denzel-washington-interview-gq-october-2012?currentPage=1 y http://www.yocreo.com/modelos-para-hoy_s29/denzel-washington--un-cristiano-suelto-en-hollywood_n960). 
La convicción de Denzel tiene un fundamento indubitable cristiano: se puede servir a Dios con cualquier talento o habilidad o servicio que tengas o que practiques, sólo se exige que lo hagas al mayor nivel de excelencia que puedas. Eso también es adoración a Dios. Por muchos siglos los cristianos expulsaron las artes y las ciencias, los deportes y oficios heterodoxos  como áreas de ministerio. El status quo decía que sólo se podía servir a Dios como predicador o cantante cristiano o misionero o negociante, ya que todo lo demás estaba corrompido. Esos sofismas llevaron a que no hubiese modistas, escritores, científicos, modelos, actores, cineastas, bailarines, políticos, músicos cristianos. Afirma Junior Zapata que: “Si de veras queremos lograr un impacto en la cultura, debemos entrar en el mercado mundial de esta cultura, y a ese mercado se entra por la alta calidad y por la genuina innovación en todas la áreas de las artes” (Junior Zapata, La generación emergente, Miami, Editorial Vida, 2005, p. 109).  Para Dios ningún arte del hombre es mejor que otro arte, por tanto un arte no es cristiano porque lleve versículos bíblicos o porque se nombre a Dios en cada obra. La Biblia es un compendio de artes: historia, política, religión, escultura, fiesta, danza, arquitectura, poesía erótica y muchos temas más. Si puedes hacer tu trabajo con excelencia y bajo los principios de Jesús entonces ya tienes el ministerio que impactará la cultura egoísta y fariseísta que tenemos. Tal como lo hace Denzel.

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