Por Salvador Montoya/Escritor
En un recién artículo
de Jorge Volpi, este escritor mexicano le hace una radiografía al expresidente
Berlusconi y concluye que la personalidad del caballero italiano: “…demuestra que el gusto por la zafiedad que
impulsó como magnate de los medios continúa triunfando en la política” (Jorge
Volpi, Don Silvio I, 16/01/2013 en http://prodavinci.com/2013/01/16/actualidad/don-silvio-i-por-jorge-volpi/). Lo indecente promueve las injusticias y
acrecienta la corrupción. Sin embargo, los groseros también tienen sus
momentos de sinceridad. Berlusconi, en una entrevista de confesiones, admite
las verdaderas razones de la invasión y de la destrucción de Libia por parte de
los gobiernos “democráticos” europeos: “Cuando
Sarkozy fue a Libia y vio los enormes carteles de 30 metros por 16, en los que
se mostraba a mí y a Gadafi en una actitud de amistad afectuosa, volvió a casa
y dijo a los suyos ‘Italia va a quitarnos todo el petróleo y el gas libios. Hay
que hacer algo’” (Ver http://abc.es/agencias/noticia.asp?noticia=1334464,
17/01/2013). Y de allí se decidió bombardear Libia y acabarla. El botín de los “demócratas”
puede ser cualquier parte del mundo. Es la lógica
de la inmundicia, pues ellos se autonombran los civilizados, los
racionales, los educados. ¿Cómo se enfrenta esa asquerosa racionalidad
hipócrita y criminal? Podemos comenzar según los expertos por salir del tutelaje de los medios de comunicación
oficial, a buscar fuentes informativas y de conocimiento alternativas. Afirman
investigadores argentinos que: “Las leyes
del “tener razón”: argumentar, convencer, disuadir, refutar, apoyar”
(Marcelino Cereijido y Laura Reinking, La
ignorancia debida, Caracas, Monte Ávila Editores, 2008, p. 88). De tal
soberanía mental depende nuestra libertad
de pensar y de vivir, sin que aplaudamos por ser el próximo botín de los
indignos.
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