domingo, 22 de abril de 2012

PERDIDO EN LOS TEQUES

Por Salvador Montoya/Escritor

Era un novel estudiante universitario. Mi amigo José me había explicado con verbo de fórmula uno las direcciones del centro de Los Teques. Para mí era la primera vez que entraba por la ciudad como su explorador. Pero cuando regresé de clases quedé perdido en su maremágnum urbano. Sudaba copiosamente, me aferré a mi maletín negro recién comprado y caminaba con la mente babélica hasta que dos policías me detuvieron.
-A ver, dame ese maletín, ¿qué llevas ahí?
Los buhoneros a mi alrededor parloteaban sus impresiones, lo más seguro es que pensaban que era un jibaro de Haití. De golpe yo me acordé que era estudiante universitario y dije:
-Soy universitario, lo que pasa es que estoy perdido.
Los policías se echaron a reír y mi vergüenza se agudizó. Yo andaba buscando el centro por donde se despachaban los tickets estudiantiles.
-Ah por eso es que tienes esa cara- dijeron los policías aún riendo- Mira chamo, eso es por allá.
Di con el centro al rato, pero todavía con la sensación de estar perdido en Los Teques. Esa es la razón por la cual en Los Teques me crece una certeza irónica: como cuando me describen como ignorante.

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