domingo, 22 de abril de 2012

ACERTIJO

Por Salvador Montoya/Escritor

Antes tocaba el chelo. Hoy cuando me mira toca la sonata de su vida. Es una marea: calla diciendo sus verdades.
-La vida era para mí un acertijo. Nada tenía sentido.
Lisette alborota su cabello con sus manos. Me observa como si no fuera a creerle su nobleza. De niña acompañaba a su padre beodo en sus borracheras babilónicas. Ese enlace paternal entre comedia y tragedia le produce fortaleza de pámpano. Cuando entró en la adolescencia le ocurrió lo inadvertido: fue violada. Duró meses sin hablar. Aún su padre desconoce la deshonra. Su madre la atendió, le fue una manta insuficiente pero allí estaba.
-Mi vía de escape fue el ser emo, el pacto de sangre con espíritus, música oscura.
Constantemente permanecía ebria, se cortaba el cuerpo y se intentó suicidarse como 5 veces. Un espíritu maligno le hablaba, le decía que su vida era un desastre, que mejor se matara, que más allá le esperaba algo mejor. La última vez que intentó suicidarse oyó una voz, para ella fue Dios.
-Me dijo Salvador: Tú tienes una misión.
Le hago saber que su vida puede ser transformada. Ella me sonríe afirmativamente. Lisette continúa durmiendo con la luz encendida y según ella el espíritu de muerte sigue en su casa. La abrazo y le digo con fervor:
-Vencer los acertijos de muerte es la misión de la vida.

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