Por Salvador Montoya/Escritor
El escritor
venezolano Ibsen Martínez, famoso por producir la telenovela Por estas calles y por otras astucias
literarias, hace años atrás, definió a la sociedad civil como todo aquello que
no es “tapa amarilla” (Ibsen
Martínez: “La sociedad civil explicada a los
niños”, 15/06/2000 en http://www.analitica.com/bitblioteca/ibsen_martinez/sociedad_civil.as).
Tapa amarilla quiere decir: todos aquellos que son frenéticos, arbitrarios e
infelices porque apoyaron o apoyan a Chávez. Ergo, quien es tapa amarilla es el bárbaro que la civilización debe destruir.
Sin embargo, en ciencias políticas no se considera que una persona sea mediocre
por apoyar tendencias ideológicas, en realidad se es mediocre políticamente hablando cuando tus fundamentos políticos-racionales
van en contra de ideas justas y acciones sanas para el bien común.
Ahora bien,
otro escritor venezolano Antonio López Ortega, autor del grandioso texto Calendario, describe que nuestro país
está bajo un “neoautoritarismo”
porque aquí, según él: “El otro, el
diferente, el que piensa distinto, se reduce a la condición de enemigo, de
paria, de traidor…es poco menos que la escoria” (Antonio López Ortega: “Neoautoritarismos”, 1/11/2012 en http://prodavinci.com/blogs/neoautoritarismos-por-antonio-lopez-ortega/).
No obstante, López Ortega, opositor al gobierno de Chávez, (cosa legítima por
lo demás) califica a quienes lo adversan como “ineptos” y “defensores ingenuos
de perversiones”. Asi que, es indudable que en Venezuela la mediocridad goza de buena autoestima y mientras
ello ocurra, la inteligencia debe hacernos entender que podemos estar en
diferentes aceras del pensamiento político, pero no hay que negar que la genuina democracia es ejercida por todos y no
por una élite tecnócrata o de abolengos culturales trasnochados.
Excelente análisis amigo mio. Un abrazo.
ResponderEliminarLa mediocridad alza su voz en las plazas
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