sábado, 22 de diciembre de 2012

IDEAS PARA DESTRUIR AL HUMANO



Por Salvador Montoya/Escritor


En su famoso cuento La última pregunta, Isaac Asimov hace decir a la máquina, la cual no puede contestar la interrogante sobre el destino del universo y del hombre, que: “Datos insuficientes para respuesta esclarecedora”. Sin embargo, el maravilloso Mahatma Gandhi cuando fue inquirido sobre los factores que destruyen al ser humano, él respondió así: “La política sin principios, el placer sin compromiso, la riqueza sin trabajo, la sabiduría sin carácter, los negocios sin moral, la ciencia sin humanidad, y la oración sin amor”. Y las cosas que dijo el genio hindú sintetizan una inteligencia solidaria y colectiva. Ahora bien, según el economista Emeterio Gómez: quien estudia a Marx sufre de locura: “…Marx, un “pensamiento” que sólo puede ser estudiado por dos tipos de seres humanos: los idiotas…y los marxistas…Porque las ideas de Marx, sin la menor duda…alguna dosis de retardo mental comportan” (Emeterio Gómez, Vota contra la barbarie comunista, en El Universal, 9/12/2012, 4-7). Puede que no se esté de acuerdo en muchas de las tesis de Marx, pero de allí a afirmar que estudiar y reflexionar sobre las injusticias sociales y económicas que hay en sus escritos es una apreciación hueca. Ibsen Martínez, escritor de derecha venezolana, revela que los marxistas pueden ser interesantes, lúcidos, eruditos, que pueden usar sus esfuerzos por construir una sociedad más justa e igualitaria, y además que sus libros pueden ser leídos con fervor por las masas (Ibsen Martínez, Muerte de un marxista, 26/10/2012 en http://ibsenmartinez.com/archives/2132). Se vive una vida sin respuestas esclarecedoras cuando se fractura la inteligencia usando un verbo y un accionar saturado de envilecimiento y de clichés. Por tanto, las ideas para destruir el ser humano no tienen raíces en luchar por la igualdad y la democracia sino en extender el egoísmo como el principio de oro de esta sociedad postmoderna, la cual queremos trascender poniendo en práctica una inteligencia solidaria y colectiva.

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