jueves, 9 de febrero de 2012

MOVIDOS POR EL KAIRÓS

Por Salvador Montoya/Escritor


Los patriarcas, movidos por envidia,
Vendieron a José para Egipto; pero Dios
Estaba con él, y le libró de todas sus
Tribulaciones, y le dio gracia y sabiduría
Delante de Faraón rey de Egipto
Y sobre toda su casa
Hechos 7.9-10



Homero con su maestría poética en su obra inmortal La Ilíada nos pinta la escena final de Héctor y Aquiles y cómo el héroe troyano al sentir la premonición de la muerte le grita al guerrero aqueo: “Antes de morir déjame hacer algo que repercuta en la eternidad”. Y para repercutir en la eternidad mostró su valentía y su destreza en la lucha. En otras palabras asumió su destino histórico y su papel de hombre a cabalidad. Ahora bien, ¿qué está moviendo nuestras vidas en la actualidad? ¿Cuáles son los retos que nos desafían? Muchas personas están siendo guiadas por el materialismo, la banalidad y la dejadez. Y cuando la vida carece de sentido intrínseco cualquier cosa se recibe como cura o afrodisíaco o como bebida energetizante para el alma. Así que, dos factores pueden alejar o detener el asumir el destino histórico que nos hemos propuesto: las expectativas de los demás y las tribulaciones internas. Por ejemplo movidos por envidia, los patriarcas de Israel vendieron a José, el soñador, el visionario a Egipto. Porque cuando te mueve la envidia vendes a tu hermano, lo llevas a la esclavitud, le tratas de destruir su identidad y su felicidad. Si eres de las personas que cimentan la vida en propósitos nobles y concretos hasta tus más allegados pueden ser los que menos crean en ti y te alejan del futuro que quieras construir. Y esos son momentos críticos en la vida. “Pero Dios estaba con él”, ésta frase nos lleva a pensar en una palabra: KAIRÓS. En la filosofía griega y romana, la experiencia del momento oportuno, la sensación de que llegó el tiempo adecuado para hacer algo, de que estamos maduros, que podemos tomar una decisión determinada: es kairos. En psicología, este término también designa un estado de claridad, un episodio de comprensión profunda. El kairos es desatar los poderes creadores del espíritu y de la historia. Kairos: es el tiempo de Dios en nosotros porque el otro tiempo, el cronos, ese que marca nuestra evolución desde infantes a ancianos debe permitirnos trascender como lo muestra la famosa pintura El Puente de la vida de Walter Crane.

II

Cuando nos movemos por el kairos recibimos cuatro grandes bendiciones: liberación, gracia, sabiduría y autoridad. “Lo libró de todas sus tribulaciones”. No dice que no tuvo tribulaciones, sino que le dio la fortaleza para superarlas. Es sobreponerse a las crisis y problemas lo que te da el carácter y la audacia para ser todo lo que puedes ser. Gracia denota la buena voluntad con que somos recibidos, la belleza de la personalidad que desarrollamos y disfrutamos. Es donaire: soltura y cadencia y agilidad en lo que se dice y se hace. Es distinción, es categoría de lo excelente, de lo próspero. Bajo el kairos también recibimos: sabiduría. El arte de entender los tiempos y estudiarlos y con intuición y sagacidad en la visión, en las palabras, y actos transformar la realidad externa o interna de nuestro ser o de nuestra sociedad. La sabiduría va más allá de los preceptos y las reglas, produce en la persona que la desarrolla virtud para ser feliz y tener paz y la firme convicción de desarrollar el potencial que posee o dirige. Y por último, el kairos da: autoridad. Es el poder delegado para guiar, defender y hacer crecer y prosperar lo que tenemos bajo nuestra responsabilidad, sean bienes o personas. Como afirma el filósofo español Fernando Savater: “‘Autoridad’ viene del término latino auctor, que significa ‘lo que hace crecer, lo que ayuda a crecer’. Por lo tanto, se define como aquello que ayuda a crecer bien” (Fernando Savater, Los diez mandamientos en el siglo XXI, Caracas, Editorial Sudamericana, 2004, p. 74). Se tiene autoridad es para servir mejor, para desarrollar a los que están a nuestro alrededor. La autoridad se potencia en la fuerza moral interior y en la disciplina de la sobriedad y en la calidad y modo de vida. Luis Britto García escribió: “Una generación o individuo que no transforma su realidad nació en vano” (Luis Britto García, Pare de sufrir, Caracas, Biblioteca Últimas Noticias, 2005, p. 133).
El kairos es transformación, es revolución del ser, no lo pierdas.

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