aire
por
todas partes:
te vuelves
como un niño
mirado
por ancianos de voces,
huyes de los árboles
de las fragancias desnudas
en el acaso
de la amada flor
sobre
la soledad de la luz:
corre a tu suerte
a tu fechoría
que te hace estar
precisa de muerte
y alegre de futuros.
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