la verdad que no soñé
el amor que no soñé:
a tantas cosas dichas
a tantas cosas escritas
y la primavera sigue haciendo falta
a tantos sueños realizados
a tantos mundos cambiados
y las huellas humanas son indelebles
el futuro no pide clemencia
por eso al pecho
le hacen
implosión mil soles
y las tempestades del olvido
persiguen
como la sangre
la vida que va
trepando universos
y fornicando utopías
pero gozoso
le muestro la cabeza de Goliat
a todos.
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